Consejos
01.08.2015 22:40
La Reunión de Servicio. Para recordar mejor las sugerencias que se ofrecen en esta reunión, hay que leer la información de antemano y prepararse para comentar. Y si damos comentarios breves, los demás también tendrán la oportunidad de participar. Ponga mucha atención a las demostraciones, y siga las recomendaciones que puedan ayudarle a ser más eficaz en su ministerio. Si un número de Nuestro Ministerio del Reino incluye algún artículo clave, guárdelo para tenerlo a la mano.
Cuando una asignación requiere la participación del auditorio, prepárese leyendo la información y buscando los textos. Piense en cómo aplicar las sugerencias y qué puede decir para animar a los hermanos. Puede ilustrar el valor práctico de la instrucción relatando una experiencia breve.
Cuando hay una demostración, trate de verse usted mismo en circunstancias similares, y piense en qué diría. Fíjese en los argumentos que se emplean y en la línea de razonamiento. Intente recordar lo que dijo la última vez que se halló en una situación similar, y considere cómo pueden beneficiarle los puntos demostrados para tener mejores resultados en el futuro.
Las demostraciones y las entrevistas deben ensayarse bien de antemano. Cada uno de los participantes debe saber qué va a decir y qué tiene que hacer en la plataforma. Las asignaciones que no se han ensayado, raramente motivan o animan al auditorio. Algunos participantes vienen preparados para ensayar su parte al terminar el Estudio de La Atalaya, pues entonces pueden practicar en la plataforma e informar a los hermanos encargados de los micrófonos de lo que se va a necesitar.
El programa a veces incluye un discurso sobre una necesidad específica de la congregación o un artículo oportuno de La Atalaya. Escuche atentamente, tome a pecho el consejo e intente aplicarlo.
Queremos estar ‘preparados para toda buena obra’. (2 Tim. 2:21.) La Reunión de Servicio es una de las provisiones que Jehová ha hecho con ese fin. La asistencia fiel y el esfuerzo sincero por utilizar lo que aprendemos sin duda nos ayudará a ‘efectuar nuestro ministerio plenamente’. (2 Tim. 4:5.)